¿Por qué tener un asesor financiero?

Creo que a casi todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez si estamos haciendo lo mejor con nuestro dinero, ¿es mejor momento para alquilar o para comprar?, ¿hemos sacado bien la hipoteca?, ¿estamos invirtiendo bien nuestro dinero?, ¿se podría hacer mejor?

Nadie tiene una bola de cristal, pero contar con un experto es clave para tomar este tipo de decisiones, más aún cuando estamos hablando de temas tan importantes como los ahorros de toda una vida de trabajo o contraer una deuda de larga duración para la compra de una vivienda. En general, un asesor financiero nos puede ayudar en la planificación económica ( por ejemplo, preparar nuestra jubilación ), en las decisiones de inversión (qué hacer con nuestros ahorros o una herencia) y de financiación (pedir prestado dinero). 

Podemos clasificar los asesores financieros de varias formas, pero una de las formas más comunes de hacerlo es como independiente o no independiente. La principal diferencia es si sus intereses están sujetos a alguna entidad o es libre para hacer recomendaciones, pensando únicamente en los intereses del cliente. Un asesor financiero no independiente tiene un importante conflicto de intereses y es muy probable que nos ofrezca productos de la misma entidad en la que trabaja u otras con las que tenga acuerdos, puesto que su manera de obtener ingresos es a través de la venta de estos productos, es el mismo caso que si le preguntamos al pescadero donde comprar buen pescado, lo más normal es que nos diga que en su propia pescadería. En el otro caso, un asesor financiero independiente no tiene intereses alineados con otras entidades, únicamente con el cliente y por lo tanto siempre tomará la decisión que considere más próspera. 

A estas alturas, es normal que nos estemos preguntando cómo podemos saber si el asesor con el que hemos contactado es independiente. Pues bien, de acuerdo con la regulación vigente éste debe indicarlo. El asesor debe desglosar todas sus fuentes de ingresos y todas las comisiones que el cliente paga.

Como ocurre en otros muchos sectores, la tecnología está teniendo una gran disrupción en el mundo de las inversiones, aquí vemos la llegada de los robo-advisors o gestor automatizado, que como el propio nombre indica consisten en pasar de un asesor tradicional al ámbito digital y automatizado mediante algoritmos matemáticos, gracias a esto eliminamos el sesgo emocional y personal del asesor. Tiene ventajas e inconvenientes, el principal punto positivo es que estos gestores consiguen habitualmente una estructura de comisiones más barata que un gestor tradicional, a largo plazo puede suponer una diferencia crucial en la rentabilidad obtenida. Además, con la información que hemos suministrado nos ofrecen un modelo de cartera de inversión adaptada a nosotros. Respecto a los puntos negativos, tenemos que no es un servicio totalmente personalizado, según el caso, suelen tener varias opciones y entre ellas nos darán la que más se ajuste a nosotros, pero no una creada a medida para nosotros. Tampoco tendremos una persona con la que hablar, que en algo tan importante como son los ahorros de nuestra vida, dependiendo de la personalidad de cada uno y del grado de conocimientos es muy importante. Es muy fácil cuando estamos ganando y vemos como nuestros ahorros no paran de subir mientras que estamos en el sofá, casi por arte de magia, pero es difícil no entrar en pánico en los momentos difíciles, cuando vemos que llevamos un tiempo perdiendo y que la tendencia no cambia, o en momentos de caídas bruscas de mercado en las que hemos perdido en unos días o meses una gran parte de lo invertido. En estos momentos, tener a alguien con quien hablar, que nos explique qué está sucediendo y por qué, cómo adaptar la estrategia a estas circunstancias, en definitiva, que nos ayude a no salirnos del camino correcto. También existen versiones híbridas que intentan combinar lo mejor de los dos mundos. 

Otra diferencia fundamental está en el acceso a los asesores. A pesar de que los asesores pueden cobrar de varias maneras, al final debe de ser una cuantía acorde a lo invertido por el cliente. No es sensato que a un cliente con una cuenta de 10.000€ se le cobre lo mismo que a uno con 5.000.000€. Debido a esto, los patrimonios más grandes tienen prácticamente disponibles todas las opciones que quieran, mientras que los pequeños tienen una oferta más limitada. En este caso, los robo advisor suelen requerir un capital mínimo más pequeño, al ser un servicio menos personalizado y también con menos costes para la empresa que lo ofrece, siendo muchas veces la mejor opción para inversores más pequeños. 

A causa de diversos problemas en el sector y fraudes, se exige un nivel mínimo de cualificación y conocimientos para realizar servicios de asesoramiento financiero, con una serie de certificaciones. En España, el listado de títulos o certificaciones aprobadas por la CNMV lo podemos ver de manera pública en el siguiente enlace: http://cnmv.es/Docportal/Legislacion/Titulos/ListadoTitulos.pdf

Desde Leindu queremos ofrecerte la mayor gama de profesionales posible, y como no podía ser de otra manera, en el ámbito del asesoramiento financiero también. Queremos que encuentres el profesional que más se ajuste a ti y que gracias a su ayuda puedas mejorar tus finanzas.